Jornada senderista de las que no son computables, pero sí que se añaden al kilométrico de cada uno de los 27 senderistas, que han llegado en coches al aparcamiento del Restaurante El Reino en el pueblo de Gilet,
Iniciamos la ruta en el parking del restaurante el Reino, entrando hacia el área recreativa. Comenzamos la marcha a las 9 horas por la parte trasera del monasterio para ir en busca del Collado de Aigua Amarga, por senda entre pinos, pronto comenzamos a subir. El sendero comienza a empinarse poco a poco hasta coger el GR-10.
Llegamos a un camino que es por donde va el GR 10, a la derecha nos llevaría a Segart y a la izquierda va a Puzol, continuando por pista forestal para bajar al barranco.
Abandonamos el GR-10, para coger una senda a la izquierda que nos llevara hasta el collado del Aigua Amarga y continuaremos de frente hacia el barranco del mismo nombre, para remontarlo y desviarnos en su cabecera hacia la izquierda, Desde allí, tenemos magnificas vistas de parte de la comarca del Camp de Morvedre, también vemos la Mola de Segart y el Garbì.
Continuamos la marcha, enlazando con pista forestal y otra vez por el GR-10, durante dos kilómetros aproximadamente, vamos durante un tramo, por el barranc de Xocainer, hacia el pico del Águila, para tomar la senda que nos lleva al abrigo de la Cueva de la Cabra, está ubicada en la cima de un monte cercano al Pico del Águila a poco mas de 3 kilómetros del monasterio de Santi Spiritu, la cueva se encuentra cerrada por una verja ya que la misma ha sido objeto de vandalismo , desde la verja se puede observar una pintura perfectamente visible desde el lateral, la parte trasera de un animal que se supone que es una cabra o un ciervo y que podrá tener unos 4000 años, habíamos salvado un buen desnivel de 250 metros en kilometro y medio, no estaba nada mal, era momento ideal para reponer fuerzas, con nuestro ”querido” almuerzo.
Bajamos hacia la pista del Pico del Águila y más tarde, por una senda a la derecha, hasta el collado entre el Pico del Águila y el del Aigua Amarga, subiendo a este último.
A partir de este punto comienza la ascensión por una estrecha senda, con la cima del pico del Águila al fondo como referencia y objetivo a alcanzar, en escarpada subida, continuamos hacia el Peñón de Santo Espíritu, segunda pintura rupestre del día. Se trata de una representación de arte esquemático conocido como el Ídolo oculado, aunque nos pareció una araña, posiblemente realizado en la Edad de Bronce, actualmente se encuentra protegida por una verja ya que hay indicios de que han intentado picarla para llevársela.
La senda deja paso a una amplia pista forestal que va virando hacia el norte con la imponente Mola de Segart a nuestra izquierda acompañándonos durante un buen tramo hasta que en el siguiente cruce de pistas continuamos por la de la izquierda y encaramos un buen trecho bastante recto rebasando el Barranco de Santo Espíritu, donde conectamos con el tendido de alta tensión que va al monasterio y que por una áspera bajada nos acerca al mismo, donde finalizamos en el Restaurante el Reino.
Estábamos acabando y ya solo nos quedaba una senda a la derecha, que en bajada nos lleva hasta el Monasterio. Pasamos por delante del Monasterio de Santo Espíritu, y a los coches y a tomar cervezas los que se quedaron a comer.
Alfonso Soler.