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La población de Alarcón, tiene sus orígenes desde los íberos y los romanos, aunque es desde los principios de la dominación musulmana  en la península Ibérica  cuando empezó a tener historia. Estuvo bajo el dominio musulmán desde el siglo VIII hasta el año 1184 año en que Alfonso VIII después de haber conquistado Cuenca, y por medio de su capitán  Fernán Martínez de Ceballos durante  nueve meses de asedio tomo la plaza a los árabes.

En Alarcón se estableció durante un tiempo el rey Alfonso VIII y desde allí preparo varios de los tercios que tomaron parte en la decisiva batalla de las Navas De Tolosa.

Alarcón tubo su esplendor a partir del siglo XIV cuando tomo posesión de la villa el  Infante Juan Manuel, que se estableció en la villa y reforzó las defensas ya de por si casi inexpugnables, por aquel tiempo a Alarcón pertenecían mas de treinta pueblos limítrofes incluido la ciudad de Albacete. En el siglo XV es Juan Pacheco, Marques de Villena descendiente del Infante Juan Mamuel, el que toma posesión de la villa, este fue un noble con una gran influencia en el reino de Castilla, quiso casar junto con el Arzobispo de Toledo a la reina Isabel con el rey de Portugal, y solo el fallecimiento de este aborto  la pretensión, y ella se pudo casar con Fernando de Aragón dando lugar a los  Reyes Católicos, además junto con otros nobles quiso hacer reina a Juana la Beltraneja lo que origino grandes conflictos con los Reyes Católicos.

Ahora después de este breve relato histórico, procedo a relatar lo acontecido en el día de ayer sobre el recorrido de senderismo: Siguiendo el itinerario previsto de antemano el autobús llego Alarcón sobre las 9,15 horas a la Torre de vigilancia  de Armas, se llegó con niebla por lo que no se pudo ver con la claridad deseada, posteriormente el grupo A opcional si que pudo tomar fotografías y verlo correctamente. Fuimos por la carretera hacia el pueblo hasta la explanada de aparcamiento y desde allí iniciamos el sendero, saliendo por una de las puertas laterales de la muralla y desde allí al puente del Picazo por donde  cruzamos el río Jucar, al llegar a la pista se descarto por unanimidad ir a visitar la taina de ganado, el almuerzo lo hicimos después de ir por la pista y tomar el desvío hacia el río nuevamente a las 10,30 horas. Después continuamos hasta llegar al mirador donde hicimos una foto del grupo completo y contemplamos las bonitas vistas que desde allí se divisan, un poco mas abajo pasamos por la Torre del Cañabate zona que reforzó Juan Manuel con la muralla y la torre haciendo la plaza inexpugnable salvo por  un largo asedio.

Siguiendo por la pista se llegó al Puente de Tevar, desde donde se visitó la Torre de los Alarconcillos ida i vuelta, algunos senderistas se esperaron y no subieron a verla, desde allí una vez cruzado el río los senderistas del grupo B, tres en total tomaron el camino hacia Alarcón unos setecientos metros y pudieron visitar los monumentos y descansar.  El grupo  A continuó por la orilla del río dando la vuelta a la montaña totalmente, divisando la arboleda que rodea durante este trayecto, se llegó hasta por donde habíamos bajado al inicio, subimos hacia el pueblo nuevamente y una vez en el punto de partida, los senderistas que quisieron continuar con la opción A opcional continuaron el recorrido (20 senderistas). el recorrido que faltaba era sobre una hora de marcha visitando la horilla de la presa de los Hemchiceros y poder hacer algunas fotografias desde otra perspectiva, también se visitaron las antiguas eras, y como se dijo antes poder ver con mas detalle la Torre de Armas, después ya fuimos hacía el punto donde el autobús nos esperaba. El resto de senderistas se quedaron en el pueblo donde pudieron visitar las cuatro iglesias, la ermita, y el parador.

A las catorce treinta minutos como  estaba previsto fuimos a comer al restaurante La Cabaña, con el menú previsto: dos entrantes, primeros, potaje o patatas con costilla, de segundos pollo a la  alcarria y lomo de atún, con postre tarta o fruta con sus correspondientes cafés y bebidas.

Hubo dos celebraciones la de Gregorio que celebro los cuatro mil kilómetros, y la de un servidor que celebré el nacimiento de un nieto. Se regreso a Valencia y sobre las seis cuarenta y cinco llego el autobús. Y como se dice a los niños al terminar una aventura. Colorín colorado este cuento se ha acabado y hasta la nueva excursión.

RICARDO VALERA MARTINEZ