Con la capacidad que les caracteriza nuestros compañeros Vicente Taroncher y Alfonso Soler nos han guiado y han explicado de forma muy amena tres muestras de nuestra riqueza urbana renacentista: El claustro del palacio del embajador Vich, hoy en el museo de Bellas Artes, la portada del palacio de los duques de Mandas situada hoy en los jardines de El Real y el claustro de Santo Domingo en la plaza de Tetuán. Tres joyas artquitectónicas que hemos podido admirar de la mano de nuestros guías. Desde aquí nuestro agradecimiento hacia su labor.

            Día 25 de octubre de 2018. Entrada del Museo de BB.AA. San Pío V de Valencia. A las 11 de la mañana, dieciséis asistentes nos reunimos para realizar la actividad de ver y comentar tres obras arquitectónicas del Renacimiento en la ciudad de Valencia: el patio del palacio del embajador Vich; la puerta del palacio del Duque de Mandas en los Viveros y la fachada del convento de Santo Domingo en la plaza de Tetuán.

En primer lugar, entramos en el Museo para ver el patio del embajador Vich, reconstruido en 2006. Don Jeroni Vich, Barón de Llaurí y Señor de los castillos de la Vall de Gallinera y de Ebo,  fue embajador de Fernando II el Católico y del rey Carlos V en Roma, entre 1507 y 1517. Durante su estancia en dicha ciudad vivió el desarrollo del renacimiento y conoció las obras de artistas como Miguel Angel, Rafael, Sangallo y Sebastiano del Piombo.

A su  regreso a Valencia en 1521 compró varias casas con el fin de construir un palacio acorde con el nuevo estilo arquitectónico renacentista. En 1527 estaba todavía en obras  en la calle actual que lleva su nombre. En 1859 fue derribado y gracias a las gestiones de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, pudo salvarse el patio, cuyos mármoles se depositaron en el Museo de BB.AA de Valencia.

El día de su inauguración, el nuevo palacio de Don Jeroni debió causar la admiración de sus colegas de la nobleza. Estos debieron comentar: ¡ Qué palacio tan elegante y refinado¡ ¡ El patio es de mármol blanco de Carrara y ha sido tallado por artistas italianos¡ ¡ Nosotros seguimos  viviendo en palacios góticos de sillares de piedra, austeros y sin decorar¡

Efectivamente. El patio renacentista de Vich utilizaba nuevos elementos arquitectónicos:columnas con capiteles de estilo compuesto decorados con variados diseños; arcos semicirculares y dinteles horizontales que descansan sobre las columnas. Y todos estos elementos labrados en un material caro, blanco, bello, traído de Carrara en la lejana Toscana italiana. Es decir, el gusto de los artistas y el  poder económico del embajador  se combinan en la construcción del patio.

Realizadas las fotos del grupo, caminamos hacia nuestro segundo objetivo: la puerta del palacio del Duque de Mandas. Se encuentra en los Jardines de los Viveros, en un lugar cercano al Museo, en donde comparte el espacio con otras dos portadas , que el Ayuntamiento de Valencia reconstruyó años ha.

El Palacio del Duque de Mandas estaba en la calle de las Avellanas y también fue derribado en 1865. ¡ Ya van dos palacios derribados¡ ¡ Pobre patrimonio artístico valenciano¡  Solo se ha salvado la portada. Construida a mediados del siglo XVI, consta de un arco semicircular decorado con rosetas y flanqueado por dos columnas con decoración plateresca. Destaca el gran escudo nobiliario protegido por dos salvajes semidesnudos armados con mazas. ¡ Pobre del que se atreva a asaltar el palacio porque puede ser golpeado por los mazos de los salvajes protectores de la casa¡

Un tranquilo paseo, tomando el sol otoñal, nos conduce a través del puente del Real al convento de Santo Domingo. Es el turno de  nuestro guía Alfonso Soler. La fachada-retablo de piedra que tenemos frente al grupo, es la exaltación de la Orden de los Dominicos. En el centro el gran escudo de la Orden está sostenido por dos perros lebreles. Tienen un profundo significado. La Orden es “ el perro guardián” de la ortodoxia católica.

En las hornacinas de la fachada se colocan los principales santos de la Orden: Santo Domingo de Guzmán, el fundador ; Santo Tomás de Aquino,el teólogo; San Vicente Ferrer, el predicador milagrero  valenciano; San Luis Beltrán, un santo valenciano. La portada fue pagada por Felipe II  a finales de siglo XVIy el pagador tiene ciertos derechos. Por ello, a ambos lados del retablo  hay dos grandes escudos de la monarquía hispánica para que quede constancia del mecenazgo real.

Creo que nos hacemos mas fotos y a continuación pasamos a un pequeño claustro ajardinado, un oasis de silencio, a salvo del ruido ambiental de la plaza de Tetuán. Dos soldados vigilan la entrada. Las autoridades militares abren al público este recinto los jueves de 11 a 13 horas. Pasado el claustro entramos en una capilla funeraria de estilo gótico.

La capilla rectangular, de piedra oscura, fue encargada por el rey Alfonso V el Magnánimo al mestre cantero Francesc Baldomar, un virtuoso en el arte de cortar la piedra. Estaba dedicada  a panteón real, pero no fue utilizada porque el rey y su esposa María de Castilla vivieron separados.

Los muros de mas de dos metros de anchura sostienen una bóveda sin nervios, una maravilla técnica.

Carlos V cedió la capilla, llamada de los Reyes, a Doña Mencía de Mendoza, Señora de Ayora y Marquesa de Zenete, que la dedicó a panteón familiar. En el centro de la capilla destaca el monumento funerario de sus padres, Rodrigo Hurtado de Mendoza y de su esposa María Fonseca, virreyes de Valencia. El sepulcro de los virreyes, de mármol de la isla griega de Paros, realizado por genoveses, es espectacular. Un retablo renacentista en el altar mayor y una sillería decorada de forma plateresca ponen punto final a la visita.

Nuestro tercer guía, Vicent , recuerda a los asistentes, que la próxima visita es a Bombas Gens, que se realizará el día 29 de noviembre a las 11 de la mañana. A las 13 horas nos despedimos.

¡ Salud, amistad y hasta la próxima cita¡

Vicent Taroncher Valdés